Escrito por Fernando Botella, CEO de Think&Action
La sorpresa es estímulo. Provoca siempre un cambio de estado emocional, puede ser para bien o para mal, positivo, natural o negativo, de agradecer o para entrar en un momento de angustia. Neutral, agradable o desagradable.
Según Ekman, la sorpresa es una pre-emoción básica. El motivo por el que la califica así es porque funciona como una provocación emotiva que te lleva a un estado emocional básico de amor o de miedo.
La sorpresa es resultado de un evento, de un mensaje o de un suceso que siempre cumple una condición: es inesperado.
Hay profesiones cuya esencia está en la propia sorpresa: magos, monologuistas, payasos, científicos, tecnólogos, actores, músicos, conferenciantes… Sin embargo, hay otras profesiones que mejor no sea así: de un experto cirujano o de un piloto de avión no esperamos que nos sorprendan. Pero en general y al margen de su dedicación profesional, hay personas que tienen capacidad de sorprender y otras que tienen capacidad para aburrir.
Veámos algunos de los ingredientes que definen a las primeras, a las que me permito denominar personas WoW!:
1. Se sienten bien en su piel
Su autoestima vive en un equilibrio adecuado. Su ego y su yo se entienden de maravilla, y esto lo reflejan en su rostro. Confían en sus capacidades. En su potencial. En su desarrollo.
También entienden sus dificultades para avanzar. Se saben vulnerables. Identifican sus áreas de mejora.
Pero no viven asentados en la queja. No son víctimas de la vida. Aceptan lo que saben que no pueden cambiar y trabajan con máxima energía por aquello sobre lo que sí pueden actuar.
Y lo mejor, se sienten bien en su piel porque todo esto no lo necesitan contar, no necesitan de un escenario, ni de infinitud de palabras, ni escribir libros, para sentirse bien con lo que hacen, con lo que son, con lo que tienen…
2. Se autoconstruyen
No se abandonan. Se hacen a sí mismos pidiendo ayuda o buscando recursos.
Se trabajan el conocimiento, las habilidades y la actitud.
Tienen criterio propio. Lo defienden con firmeza al tiempo que están abiertos al cambio.
Aprenden de todo. Viven sin dogma. Les encanta lo auténtico. Se alejan de la complacencia y del temor. Se arriesgan. Prueban. Y vuelven a probar si fracasan. Saben que al levantarse de nuevo, aprenden.
3. Son empatizadores
No solo son capaces de ponerse en otros zapatos, en otras vidas y comprenderlas desde el otro lado, sino que también tienen una capacidad especial para hacer que la gente que está junto a ellos empatice entre sí. Hacen equipo. Hacen grupo. Hacen familia.
Son sociables, afectuosos, humildes, cercanos, dadores, bondadosos. Al estar junto a estas personas uno siente recargar sus pilas. ¡Tienen Fun Energy!!! Viven con la batería cargada.
4. Son creativamente influyentes
Utilizan la sabiduría de la creatividad para sorprender y desde la sorpresa poder influir. Influyen utilizando esta capacidad para conseguir metas que son buenas para otros. Y, además, para ellos.
5. Son seductores
Expresan con claridad, con el rostro y con el lenguaje de su cuerpo. También con las palabras. Las usan con el tono adecuado. Son prudentes.
Y son profesionales en lo suyo al máximo nivel. Seducen por su expertis. Por su carisma. Por su mirada.
Así son, en mi modesta opinión, las personas WoW! Todos conocemos personas así, personas WoW! Y también personas anti-WoW! Todas, unas por un motivo y otras por otro, son … ATREVIDAS. Unas porque se atreven a ser lo que no son. A vivir de lo que no son. A engañarnos en su escaparate. A decir y enseñar lo que no hacen. Y otras porque se respetan a sí mismas y a los demás. Crean y creen. Hacen lo que dicen. Viven como son. Practican la modestia. Generan energía. ¿Con cual te quedas?