¿Cuáles serán las habilidades que definirán a las organizaciones del mañana? La mayoría de los intentos de respuesta a esta pregunta del millón reservan en su desarrollo un espacio destacado para la tecnología. Y es lógico que así sea, ya que resulta obvio que, sea lo que sea lo que nos depare el futuro inmediato, la digitalización va a estar de un modo u otro presente en esa narrativa.
Pero, siendo importante, la tecnología no deja de ser únicamente un contexto, las nuevas condiciones en las que se van a desarrollar las relaciones humanas y empresariales. ¿Qué quiere decir esto? Que la digitalización es un factor más, pero ni mucho menos el único, que determina el éxito del fracaso de esas relaciones. Por el contrario, son otras las habilidades y competencias que pueden marcar la diferencia en ese nuevo entorno digital y global que están redefiniendo la economía. Unas habilidades que se pueden resumir en un modelo con 4Cs del futuro inmediato empresarial: curiosidad, creatividad, (pensamiento) crítico y colaboración.
Curiosidad. Es la llave que abre todas las puertas y derriba todas las barreras del conocimiento. Sin curiosidad no puede existir innovación ni avance ni crecimiento. Todos los pasos que el ser humano ha dado a lo largo de la historia se han producido porque alguien se preguntó ¿por qué?, ¿cómo? o, sobre todo, ¿y si…? En el mundo de los negocios, la curiosidad es clave no solo para satisfacer las necesidades del cliente, sino para anticiparse a ellas.
Creatividad. Las mejores respuestas, aquellas que realmente rompen moldes, casi nunca nacen de los caminos trillados, sino de la habilidad (y la audacia) para adentrarse en territorios inexplorados del pensamiento. Es esa capacidad para pensar fuera de la caja y de manera desacostumbrado la que nos va a permitir adelantarnos a nuestros competidores, encontrar nuevos productos o usos para productos ya existentes que nos permitan generar un impacto en nuestro mercado.
Pensamiento crítico. En un entorno tecnológico gobernado por la inmediatez del dato y el procesamiento masivo de la información gracias a las tecnologías exponenciales, existe un algo riesgo de que demos por sentadas determinadas cosas sin habernos detenido a meditar lo suficiente sobre ellas. En ese contexto de ‘infoxicación’, el pensamiento crítico es la habilidad que nos ayuda a distinguir el grano de la paja, que nos permite coger distancia y formarnos un criterio claro para tomar las mejores decisiones. Decisiones informadas y fundamentadas en el poder del dato, pero meditadas y pasadas por el filtro de la reflexión y la propia experiencia.
Colaboración. Cuanto más complejo y diverso se vuelve en entorno, más improbable es la posibilidad de que el éxito llegue desde esfuerzo aislado e individual. Por el contrario, es en la combinación de energías y talentos, tanto internos como externos a la organización, donde radica la verdadera fuerza de cualquier empresa actual. Una colaboración activa, generosa y en la que cada contribución enriquece a las demás y al conjunto.
Cuatro palabras que empiezan por “C”, como el mismo número “cuatro”, aunque si tienes otra que añadir, ¡hazlo!, porque “cinco” también empieza por “C”.