No nacimos sabiendo.
¡Y es una suerte! Porque esa hoja en blanco que es el cerebro humano al llegar al mundo nos abre un universo infinito de posibilidades de crecimiento y aprendizaje.
En los contextos profesionales, ese desarrollo se logra a través de la formación de habilidades.
¿Deseas impulsar el TALENTO de tu equipo?
En think&action somos firmes defensores del potencial humano y la importancia de cultivar y mejorar competencias clave de los profesionales de tu organización.
LOS ENTORNOS LABORALES NUNCA HABÍAN SIDO TAN COMPLEJOS COMO EN LA ACTUALIDAD…
Por lo que formarse en habilidades se ha convertido en imprescindible para seguir siendo competitivos y atractivos para el mercado de trabajo. Y es que con un mundo empresarial cada vez más globalizado y digitalizado, la experiencia o la especialización han dejado de ser garantía de éxito.
Por el contrario, creer que uno ha alcanzado su techo es el modo más directo hacia la obsolescencia y la irrelevancia profesional.
COMO MANTENER A UN PROFESIONAL EN LA CRESTA DE OLA DE LA EMPLEABILIDAD
La humildad para saber que estamos lejos de saberlo todo, es la fórmula que puede mantener a un profesional en la cresta de la ola de la empreabilidad.
Esa actitud de aprendiz continuo es la que le permitirá no solo responder a los permanentes e imprevisibles cambios del mundo del trabajo, sino anticiparnos a ellos.
¿Pero cuáles son esas habilidades que harán que nuestro talento siga brillando? Algunos tips sobre formación de habilidades en tiempos de incertidumbre son:
- Habilidades blandas. En un mundo digitalizado y dominado por las tecnologías exponenciales, las habilidades blandas pueden marcar la diferencia. Habilidades genuinamente humanas como comunicación, creatividad, pensamiento crítico, resiliencia, tolerancia a la presión, resolución de problemas, trabajo en equipo, colaboración o habilidades relacionales son el mejor kit de supervivencia para el mercado laboral.
- Habilidades digitales. Los actuales entornos de trabajo son muy diversos, pero en todos ellos la digitalización juega un papel protagonista, por lo que cualquier profesional que aspire a seguir generando un impacto en su sector necesita contar con unas habilidades digitales elementales para desenvolverse con solvencia en esos entornos.
- Habilidades de liderazgo. La siguiente parada de nuestro itinerario de formación de habilidades es el liderazgo. La figura de del líder sigue siendo fundamental para guiar al equipo hasta la meta deseada, solo que las capacidades necesarias para hacerlo con éxito han evolucionado. Redarquía, ejemplaridad, escucha empática, feedback, sostenibilidad o capacidad para inspirar a otros son algunas de las claves que definen al líder actual.
- Resdkilling/Upskilling. Más allá de la capacitación transversal que brindan las habilidades anteriores, en la formación de habilidades también hay espacio para conocimientos específicos. Aquí entran en juego los programas de upskilling, diseñados para que un profesional crezca en su área de especialización, o de reskilling o reciclaje, pensados para que pueda dar el salto a nuevos campos o puestos.
- Coaching y mentorazgo. En ese proceso de aprendizaje que supone la formación de habilidades, emerge la figura del entrenador como catalizador y acelerador del aprendizaje. Un apartado amplio en el que ganan protagonismo el coach ejecutivo o el mentor como esos aliados que guían, aconsejan y acompañan a la persona hacia la consecución de sus metas.
La formación de habilidades es un viaje continuo que impulsa el crecimiento profesional y personal. Asumir la responsabilidad de nuestro desarrollo y estar abiertos al aprendizaje constante es esencial en un mundo laboral en constante evolución.
Solo aquellos que se comprometen a cultivar nuevas habilidades y adaptarse a los cambios pueden mantenerse relevantes y alcanzar el éxito en el panorama empresarial actual.
Además, es importante destacar que la formación de habilidades no solo beneficia a los individuos, sino también a las empresas.
Los empleadores que invierten en el desarrollo de sus equipos no solo mejoran la productividad y la eficiencia, sino que también fomentan un ambiente laboral más motivador y comprometido. Esto puede conducir a una mayor retención de talento y a una ventaja competitiva sostenible en el mercado.
En resumen, la formación de habilidades es un elemento fundamental tanto para el crecimiento personal como para el éxito organizacional en un mundo laboral cada vez más dinámico y exigente, ¿quieres saber más?